La familia, célula de la sociedad y, consiguientemente de la Patria, se ve hoy fuertemente bombardeada por el divorcio, el aborto, la pornografía, etc. El resquebrajamiento de la familia implica el resquebrajamiento de la Patria. Si amamos a nuestra Patria y anhelamos su bien y su grandeza hemos de abocarnos a la restauración y consolidación de la familia, bastión desde donde partirá la reconquista. Semejante empresa solo podrá fundarse en Dios. Es Cristo quien deberá reinar en la familia. Y lo hará si los miembros de la familia aprenden a orar. Me he guiado del libro Solo Dios basta, el Devocionario de la Familia, para ordenar las mejores oraciones.