El Culto Mariano difiere esencialmente del culto de adoración a La Santísima Trinidad y a Jesucristo; a la Virgen María se le rinde culto de veneración
especialísimo llamado teológicamente: "Hiperdulía", en razón de su dignidad superior a la de todos los ángeles y santos.

El Culto Mariano es un culto de amor que se le tributa a la Virgen María, por la dignidad de su maternidad divina o sea, ser madre de Jesucristo; Segunda Persona de la Trinidad: Dios Verdadero y Dios hecho Hombre.
El Nuevo Testamento anuncia el cumplimiento de la promesa de salvación; los días que debían venir ya han llegado, la Alianza de Dios con los hombres se hace presente e inquebrantable; es la plenitud del tiempo y se realiza de un modo concreto e inesperado; la Encarnación del mismo Hijo de Dios en el vientre virginal de una joven nazarena: " Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna". La Anunciación a María y la Encarnación del Verbo es el hecho maravilloso dentro del misterio entrañable de
las relaciones de Dios con los hombres y el acontecimiento más trascendental de la historia de la humanidad: " El Verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros"; ¡ Que Dios se haga hombre y para siempre!, ¡ Hasta dónde ha llegado la bondad, misericordia y amor de Dios por nosotros, por todos nosotros! Dios quiso nacer de una madre virgen, así lo había anunciado siglos antes por medio del profeta: "Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con Nosotros".


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Al producirse el encuentro del ángel con la Virgen y este le anuncia el mensaje de Dios para la salvación de la humanidad y al contestar María: " He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tú palabra"; estaba diciendo con humildad y obediencia; Sí, hágase, cúmplase, estoy dispuesta a cooperar para que este plan de salvación se haga realidad.


Dios escogió a María desde la eternidad para ser la Madre de su Hijo y es por eso que la devoción mariana ilumina y anima a nuestra fe y así se ha ratificado a través de los siglos desde la Plenitud de los Tiempos, como lo dice el apóstol Pablo: " Al llegar la Plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley."; por eso el Culto Mariano debe llevarnos y conducirnos a Jesús, ya que la devoción a La Santísima Virgen María está insertada en el cause del único culto que justa y merecidamente se llama cristiano, porque en Cristo tiene su origen y eficacia, en Cristo halla plena expresión y por medio de Él nos conduce por el Espíritu al Padre.

 

María es la única de nuestra raza que ha sido y será  puente y unión entre lo divino y humano, porque el Padre la escogió desde la eternidad como Hija Predilecta y la llenó de toda clase de dones, cualidades y virtudes para ser la Madre de su Hijo, por obra y gracia del Espíritu Santo.



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