TU PUEDES TRIUNFAR
Fuente: LA MARAVILLA DE SER HIJO DE DIOS.
Autor: Padre Ángel Peña Benito, misionero agustino recoleto.
El hombre de voluntad cumple bien sus obligaciones, aunque sean desagradables. En cambio, el que es voluble, versátil y tornadizo, tan pronto es perezoso como diligente, afable o descortés, correcto o incorrecto. Este último difícilmente llegará a triunfar en la vida, porque le falta constancia y, con su inestabilidad, dejará pasar muchas oportunidades de triunfar. Tú has nacido para triunfar y, por eso, debes ser constante y decidido en tus empresas. Decía Og Mandino en su libro "El vendedor más grande del mundo": "Nací para triunfar, nací para alcanzar el éxito. Nunca jamás volveré a autocompadecerme ni a menospreciarme a mí mismo. Todos los días me bañaré en el dorado resplandor del entusiasmo. El día de hoy alzaré mi antorcha a lo alto y le sonreiré a todo el mundo. Nunca seré descortés con ningún ser viviente. Les sonreiré a los amigos y a los enemigos y haré todos los esfuerzos posibles para encontrar en cada persona una cualidad que pueda alabar, ya que
he comprendido que el anhelo más profundo de todo ser humano es el ansia de ser amado y apreciado. Cada día procuraré hacer un poco más feliz o un poco más sabio, por lo menos a un ser humano. Quiero que nadie se aleje de mí sin ser mejor y más feliz. Además, realizaré las tareas encomendadas de la mejor forma posible. Siempre pondré toda mi alma en la tarea que tenga entre las manos. Daré lo mejor de mí mismo. No continuaré lamentándome ni maldiciendo a todo el mundo. Y juro y prometo que no me olvidaré de que el mejor talento, que Dios me ha dado, es el poder orar y comunicarme con Él, que es mi Padre. Y siempre me mantendré en contacto con Él a través de la oración".
Sí, tu Padre Dios quiere tu triunfo y tu realización personal. Cuenta con su ayuda y no te lamentes inútilmente de tu pasado. No vuelvas al pasado para dar vueltas y vueltas a lo que sucedió. El pasado está muerto y debes vivir el presente. No retrocedas atrás para mirar con tristeza y amargura lo que sucedió. El pasado, pasado está, "deja que los muertos entierren a sus muertos". Mira al futuro, traza metas que conquistar o cimas que alcanzar. Corre riesgos, porque el que no se arriesga, no conseguirá nada. Atrévete a equivocarte. Vive con renovada ilusión cada día. Cada día es nuevo, cada flor es nueva, cada rostro es nuevo, todo el mundo es nuevo cada mañana para ti. Abraza tu vida cada mañana al levantarte y dile SI a Dios, que te da los "Buenos días" con el resplandor de la aurora y te ama y te sonríe desde tu corazón.
Ahora bien, mientras vives bajo el sol de este mundo, debes prepararte para la prueba. Vive preparado, porque pueden sucederte muchas cosas desagradables. Pero no temas, Dios está contigo y te ama.. Confía en su amor y en su poder. Él controla tu vida y puedes fiarte de Él, porque es tu Padre y nada te sucederá que no lo permita por tu bien (Romanos 8, 28). Deja de derramar lágrimas sobre tus desgracias o, al menos, no te hundas en ellas. El fracaso es sólo un paso al éxito, si sabes aprender la lección. El fracaso puede ser tu mejor maestro en la vida. Por eso, libérate de todas las telarañas de tu mente y de todo tus pensamientos negativos que te llevan al pesimismo y al derrotismo. No dejes que tus preocupaciones por el futuro ensombrezcan el día que comienza. No pierdas el tiempo en pensamientos inútiles o que jamás pueden llegar a suceder. Preocúpate del presente. Deja que tu Padre Dios se preocupe de tu futuro.
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